Texto
publicado en el periódico Libertad,
órgano de información y análisis de la Unidad
Obrero Campesino Popular (UOCP), No. 5, mayo de 1988, México,
pp. 7-8.
Empezaremos
por dar la definición marxista-leninista de Estado: “El Estado -dice Engels,
resumiendo su análisis histórico-, no es de ninguna manera un poder impuesto
desde fuera a la sociedad, tampoco es la realidad
moral ni la imagen y la realidad de la razón como afirma Hegel. Es más bien
un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado;
es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable
contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables,
que es impotente para conjurarlos. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases
con intereses económicos en pugna no se devoren así mismas y no consuman a la
sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente
por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los
límites del orden. Y ese poder nacido
de la sociedad, pero que se pone por encima de ella más y más, es el Estado”
(El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, pp. 177-178).
En
este pasaje –dice Lenin- se expresa con plena claridad la idea fundamental del
marxismo en cuanto al papel histórico, a la significación de Estado. El Estado
es producto y manifestación de la inconciabilidad de las contradicciones de
clase. El Estado surge en el sitio, en el momento y en la medida en que las
contradicciones de clase NO PUEDEN, objetivamente, conciliarse. Y viceversa: la
existencia del Estado demuestra que las contradicciones de clase son
IRRECONCILIABLES.
Marx plantea que el Estado no podría surgir ni mantenerse si
fuera posible la conciliación de clases, el Estado es un órgano de dominación
de clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del orden que legaliza y afianza esa
opresión, amortiguando los choques entre las clases.
“El
Estado se caracteriza –prosigue Engels- en primer lugar, por la agrupación de
sus ciudadanos según divisiones territoriales. El segundo rasgo característico
es la institución de una fuerza pública especial. Esta fuerza pública existe en
todo Estado; y no está formado sólo por hombres armados, sino también por
aditamentos materiales: las cárceles y las instituciones coercitivas de todo
género”.
“Como el Estado –dice Engels- nació de la necesidad de refrenar
los antagonismos de clase, y como, al mismo tiempo, nació en medio del
conflicto de esas clases, es, el Estado de la clase económicamente dominante
que, con ayuda de él, se convierte en la clase políticamente dominante,
adquiriendo con ello nuevos medios para la represión y la explotación de la
clase oprimida; el moderno Estado representativo es el instrumento de que se
sirve el capital para explotar el trabajo asalariado”.
A
esto Lenin añade que “la República
Democrática es la mejor envoltura política posible del
Capitalismo. Y por eso, al apoderarse de esa envoltura, la mejor de todas,
cimienta su poder con toda seguridad y firmeza, que no lo conmueve NINGÚN
cambio de personas ni de instituciones, ni de partidos dentro de la república
democrático burguesa (El Estado y la Revolución).
Hay
que advertir, además, que Engels llama también con la mayor precisión al
sufragio universal: “instrumento de dominación de la burguesía”.